¿Chequeos de Salud?

La nota de Infobae del día 2 de marzo, sin mención del autor y referida al chequeo médico, contiene información incorrecta que, como Sociedades Científicas, nos sentimos con el deber de responder, a fin de cuidar a la comunidad de someterse a prácticas innecesarias que puedan generar cascadas de estudios diagnósticos y tratamientos innecesarios que, además, pueden producir daños.

El examen periódico de salud, idealmente, debe ser realizado por un profesional que conozca al paciente, y que tenga un vínculo con él que le permita seguirlo a lo largo del tiempo y compartir las mejores decisiones para su salud. En nuestra opinión, tergiversa el sentido de este examen, el hecho de iniciarse y centrarse, en la realización de estudios complementarios.

En Medicina todo estudio preventivo o diagnóstico y todo tratamiento, debe contar con una demostración científica, de buena calidad, respecto a que sus beneficios, superan los riesgos que pueda implicar.
Cuando buscamos enfermedades en personas sanas, necesitamos estar seguros de que la prueba que vamos a realizar va a mejorar el pronóstico de la enfermedad que se rastrea y, mejor aún, va a lograr que disminuya la mortalidad por esa patología, sin generar daños excesivos por la prueba o el tratamiento en sí.

Es así que, por ejemplo, la evidencia científica muestra mayores beneficios que daños para el Papanicolau (realizado entre los 21 y los 65 años), para realizar un test de VIH, para dosar colesterol en la edad media de la vida, para tomar la presión arterial periódicamente, para dosar glucemia en la edad media de la vida, en caso de tener algún factor de riesgo, para rastrear cáncer de colon desde los 50 y hasta los 75 años, entre otras.

Sin embargo, en el artículo que ocasiona nuestra respuesta se citan algunos centros y los listados de las pruebas que realizan, de las cuales la mayoría, no solo no tienen beneficios cuando se realizan en una persona sana, asintomática si no que, además, pueden producir daños.

Cabe aclarar que los daños no son por el estudio en sí, sino por sus consecuencias: falsos positivos, que motivan temor y nuevas pruebas, algunas de ellas invasivas; hallazgos incidentales que tienen pronóstico incierto y generan estudios y seguimientos, sin beneficio alguno y con daño potencial, tanto al bienestar como, en ocasiones, físicos concretos (biopsias, radiación, etc.); sobrediagnóstico que significa encontrar enfermedades que, en caso de no ser diagnosticadas, no generarán síntomas ni modificarán la calidad de vida ni la sobrevida de esa persona, evitando someterla a tratamientos innecesarios, preocupación, pérdida de tiempo y económica.

Valgan como ejemplos de prácticas innecesarias o de bajo valor, la ecografía transvaginal en personas asintomáticas (que está demostrado que no disminuye la mortalidad por cáncer de ovario ni endometrio y aumenta la cantidad de estudios y cirugías en el grupo que se la realiza), el eco Doppler de vasos de cuello en personas asintomáticas, la espirometría en personas asintomáticas, la ecografía de tiroides, solo por nombrar algunas de las listadas.

Sería interesante poder cambiar la noción de chequeo, por el concepto de entrevista preventiva; en ella, en base a la evaluación individual de riesgos basada en edad, género, hábitos, estado anímico, antecedentes familiares, peso, presión arterial, entre otros, se puede definir más acertadamente las pruebas necesarias y beneficiosas y las prácticas preventivas ajustadas al riesgo personal.

Finalmente, algunas frases de la nota que queremos refutar enfáticamente:

” …los chequeos médicos rutinarios son clave para tener una vida saludable…”

La vida saludable se relaciona con las condiciones de vida (no estilos de vida), con los hábitos, los lazos sociales, por citar algunos, y no con chequeos “irracionales” que pueden expropiar el bienestar de las personas sanas transformándolas, innecesariamente, en pacientes.

“…el 90% de los chequeos oportunos pueden diagnosticar enfermedades que en la mayoría de casos son asintomáticas…”

Sería interesante conocer el soporte científico de esa afirmación, pero ante todo saber si esas “patologías” asintomática encontradas van a mejorar la salud o la sobrevida de esa persona o solo van a preocuparla, y obligarla a someterse a estudios y tratamientos innecesarios.

“…los médicos precisan que hacer estos chequeos con una frecuencia anual es lo ideal”…

Esto es un período establecido culturalmente, sin aval científico alguno. Casi ninguna práctica preventiva tiene recomendación de hacerse todos los años.
Esto no invalida que una persona quiera ir periódicamente a hablar con su médico de sus preocupaciones o síntomas, pero no es de ningún modo un deber y, menos aún un descuido, no ir al médico con esa periodicidad si se trata de una persona sana, joven, sin enfermedades crónicas.

Es importante que la población sepa que en Medicina más no siempre es mejor, de hecho, existen numerosas iniciativas en el mundo, incluida la que formamos parte las sociedades firmantes de este documento, como Choosing Wisely, Less is more, Too much Medicine, Overdiagnosis and Overtreatment, Prevenciòn Cuaternaria, que están trabajando hace muchos años en el sentido de hacer solo las prácticas de alto valor para el paciente, honrando así, el principio de la bioètica de “ Primero NO dañar”

Acceda AQUI a la nota que da continuidad a este tema

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