Infecciones asociadas a la sonda vesical: actualización de las recomendaciones nacionales

Marzo 2025

Revisando las entradas del blog del Centro de Información de Medicamentos de la Fundación FEMEBA seleccionamos esta actualización de las recomendaciones intersociedades sobre las infecciones asociadas al uso de sonda vesical.

El artículo actualiza datos sobre incidencia, microorganismos y sensibilidad en infección del tracto urinario asociada a sonda vesical. Incluye pautas para recambio de sonda vesical, algoritmo para manejo inicial, nuevos antimicrobianos para organismos resistentes y opciones de tratamiento oral. Además, detalla medidas preventivas basadas en evidencia y estrategias para reducir la incidencia mediante paquetes de intervención.

Wanda Cornistein, Yanina Nuccetelli, Viviana M. Rodriguez, Ángel Colque, Viviana Chediack, Marco Flores, Adriana Fernández Lausi, Adriana Manzur, Emilio F. Huaier Arriazu, Eleonora Cunto, Miriam Blanco. Infección urinaria asociada a sonda vesical. Actualización y recomendaciones intersociedades 2024.  Medicina (Buenos Aires) 2025; 85:348-362.

Disponible en: https://www.medicinabuenosaires.com/revistas/vol85-25/n2/348.pdf

Resumen

Representantes de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) acordaron la elaboración de recomendaciones de diagnóstico, tratamiento y prevención de la infección del tracto urinario asociada a sonda vesical (ITU-SV). La metodología utilizada fue el análisis de la bibliografía publicada en 2018-2024, complementada con la opinión de expertos y datos epidemiológicos locales. En este documento se pretende ofrecer herramientas básicas de optimización de diagnóstico en base a criterios clínicos y microbiológicos, orientación en los esquemas antibióticos empíricos y dirigidos, y promover las medidas efectivas para reducir el riesgo de ITU-SV. Se destaca la preocupación por el control y tratamiento inadecuados de la ITU-SV, en particular el uso indiscriminado de antimicrobianos y la importancia de garantizar la mejora en las prácticas diarias. Se establecen pautas locales para mejorar la prevención, optimizar el diagnóstico y tratamiento de la ITU-SV, y así disminuir la morbimortalidad, los días de internación, los costos y la resistencia a antibióticos debidos al mal uso de los antimicrobianos.

Puntos destacados:

  • El diagnóstico de infección urinaria asociada a la sonda vesical enfrenta una doble dificultad: los síntomas clínicos suelen ser poco específicos y la presencia de un urocultivo positivo no puede asumirse automáticamente como equivalente a infección.
  • Luego de 48 horas de colocada la sonda vesical se forma un biopelícula en su superficie que aloja bacterias contaminantes. Los cultivos realizados en las primeras horas luego de un recambio de la sonda vesical tienen menor riesgo de contaminación y permiten tomar mejores decisiones en el uso de antibióticos.
  • La bacteriuria asintomática asociada a la SV se define como un urocultivo con desarrollo de 1 o más gérmenes con un recuento mayor a 105 UFC/mL, en ausencia de síntomas y signos, y con una SV de más de 48 horas de colocada. No requiere tratamiento antibiótico excepto en pacientes de alto riesgo como embarazadas, pacientes con trasplante renal o procedimientos endoscópicos de la vía urinaria con riesgo de sangrado.
  • La infección urinaria asociada a SV se caracteriza por un urocultivo con 105 UFC/ml o más asociado a síntomas y/o signos de infección. Los más frecuentes son fiebre, dolor o molestia hipogástrica, trastornos del sensorio y hematuria. Si se retira la sonda puede haber disuria, polaquiuria o tenesmo vesical.
  • Si se sospecha infección urinaria luego de 7 días de colocada la SV se sugiere recambiar primero la sonda y realizar luego el cultivo, ya que permite un diagnóstico más preciso de la situación y un tratamiento más eficaz.
  • Los gérmenes responsables incluyen las enterobacterias (Escherichia coli, Klebsiella spp. y Proteus spp.), los bacilos Gram negativos no fermentadores (Pseudomonas aeruginosa) y los enterococos.
  • Las infecciones micóticas por Candida presentan un desafío diagnóstico. Si el cultivo se negativiza luego del recambio de la SV, no requiere tratamiento. Por otra parte, la candiduria positiva luego del recambio de SV puede corresponder tanto a colonización por Candida como a infección; para diferenciarlas se deben considerar los síntomas y signos clínicos, los factores de riesgo y los datos de laboratorio [ver detalles en el artículo original].

Es importante la recomendación de no realizar urocultivos en pacientes con SV que no tengan síntomas de infección, ni en aquellos en los que se identifique un foco no urinario de infección. En este último caso, si la SV lleva más de 5-7 días de colocada se reemplazará antes de hacer el urocultivo.

El tratamiento empírico varía según la severidad del cuadro y el grado de inmunocompromiso, ajustándose además a la creciente presencia de gérmenes multirresistentes. La guía presenta un abanico de situaciones diferentes con sus alternativas antibióticas apropiadas [ver detalles en el artículo original].

Como reflexión final, la prevención de estas infecciones comienza por indicar el sondaje vesical sólo en situaciones específicas y por el tiempo mínimo necesario. Estas indicaciones incluyen:

“ la retención aguda de orina u obstrucción vesical, monitoreo de la diuresis en pacientes críticos, uso perioperatorio, pacientes que requieren inmovilización prolongada y comodidad en pacientes en fase terminal que lo necesiten. En cuanto a los pacientes con escaras, a quienes se les coloca una SV para favorecer la curación de heridas sacras o perineales abiertas, con incontinencia urinaria, se debe evaluar cuidadosamente cada caso y realizar una valoración de los riesgos y beneficios del uso de la SV.”

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