Abril 2024
Revisamos las novedades del Centro de Información de Medicamentos de la Fundación FEMEBA y seleccionamos la siguiente:
En este número del boletín FoliaDoc abordaremos el uso de los antipsicóticos (AP) para el tratamiento de la agitación y agresividad asociadas al deterioro cognitivo, haciendo un repaso del conjunto de los antipsicóticos y sus efectos adversos, particularmente sus inconvenientes en el adulto mayor. Se revisarán también las medidas no farmacológicas para el manejo de los síntomas conductuales y psicológicos asociados a la demencia.
Fundación FEMEBA. Manejo de los síntomas conductuales y psicológicos del paciente con deterioro cognitivo. FoliaDOC año XXVI, Nº 3 2023. Disponible en: https://www.fundacionfemeba.org.ar/blog/farmacologia-7/post/manejo-de-los-sintomas-conductuales-y-psicologicos-del-paciente-con-deterioro-cognitivo-51943
Resumen
Este boletín de medicamentos revisa en profundidad la problemática del manejo de los síntomas conductuales y psicológicos asociados a la demencia, una situación frecuente para la que no hay soluciones eficaces y seguras de fácil implementación. Para interesar al lector, se transcriben aquí la Introducción y las Conclusiones del trabajo, invitando a evaluar el documento completo a través del enlace consignado. Su lectura en servicios hospitalarios y grupos de residentes puede ser de gran valor asistencial y educativo.
Introducción
En los pacientes con deterioro cognitivo aparecen con frecuencia en algún momento de su evolución síntomas conductuales y psicológicos asociados a la demencia (SCPD), denominados también síntomas neuropsiquiátricos de la demencia. Aunque se han estudiado más en pacientes con enfermedad de Alzheimer, los SCPD pueden complicar cualquier causa de demencia. Se estima que afectan al 90% de los pacientes con demencia y que, en muchos casos, representan la principal causa de su ingreso en hogares de ancianos.
La aparición de estos síntomas es un indicador de malestar del paciente y representa una fuente de estrés para quienes lo atienden, cuidadores y familiares. En algún momento los síntomas dominan el cuadro clínico, ya que incluyen deambulación, inquietud, agresividad verbal o física, interrogación persistente, interrupción del trabajo de los cuidadores, insomnio y crisis de llanto, entre otras manifestaciones.
El mecanismo de estos SCPD no está bien caracterizado y su tratamiento no está bien estandarizado. Las estrategias disponibles incluyen medidas no farmacológicas y farmacológicas. Dentro de las primeras, una intervención frecuente pero no recomendada la constituye la sujeción mecánica, que conlleva múltiples consecuencias deletéreas, entre las que se cuentan los hematomas, úlceras de decúbito, complicaciones respiratorias, incontinencia urinaria y estreñimiento, desnutrición, aumento de la agitación e incluso aumento de mortalidad4. Otras intervenciones no farmacológicas han mostrado utilidad variable y se deben implementar como primera línea de tratamiento (ver más abajo).
Si bien los antipsicóticos (AP) sólo deberían indicarse si los síntomas generan mucha angustia en el paciente o cuando las conductas representan un riesgo para la seguridad propia o de los cuidadores, en la práctica el control de la agitación mediante el uso de antipsicóticos es una de las intervenciones más frecuentemente usadas.
Pero el uso de estos medicamentos se acompaña de efectos adversos importantes, que incluyen el aumento de accidentes cerebrovasculares (ACV) y de mortalidad en pacientes con trastorno cognitivo, por lo que su uso debe evaluarse cuidadosamente para obtener una apropiada relación beneficio/riesgo.
En esta FoliaDoc abordaremos el uso de los AP para el tratamiento de la agitación y agresividad asociadas al deterioro cognitivo, haciendo un repaso del conjunto de los antipsicóticos y sus efectos adversos, particularmente sus inconvenientes en el adulto mayor. No se incluirá el uso de AP en esquizofrenia, enfermedad bipolar u otras indicaciones psiquiátricas específicas. Se revisarán también las medidas no farmacológicas para el manejo de los SCPD, ya que constituyen el requisito previo para un uso racional de los medicamentos en este contexto.
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Conclusiones
Los síntomas conductuales y psicológicos se presentan en algún momento de la evolución en la mayoría de los pacientes con trastorno cognitivo, dificultando su atención y resultando en riesgo para sí o para terceros.
Las medidas no farmacológicas son el pilar del tratamiento, e incluyen la revisión de condiciones o medicamentos que puedan agravar los síntomas. La adecuación del ámbito de atención, así como la capacitación de los cuidadores son elementos centrales en este sentido. Una variedad de estrategias específicas pueden ser de utilidad para el alivio de los síntomas de agitación y agresión.
Cuando la situación es grave y no logra contenerse con medidas no farmacológicas se propone el uso de antipsicóticos, adecuando el fármaco al tipo de demencia y comenzando con dosis bajas. El ajuste posterior dependerá de la respuesta. Una vez estabilizada la situación es necesario revaluar periódicamente la dosis del fármaco, intentando su reducción y eventual suspensión.
Dado que el uso de antipsicóticos se asocia con efectos adversos importantes e incluso con un aumento de la mortalidad, es importante considerar con el paciente y sus familiares el balance de beneficios y riesgos de su empleo.